Una de las alternativas que ofrece Candelaria a los visitantes que la eligen como destino para descansar es el Turismo Rural. De la mano de las antiguas estancias que abren sus tranqueras para compartir tradiciones, costumbres y secretos de la vida rural, matizados con un tentador aire selvático, se transforma en una propuesta irresistible. Habitaciones confortables y una cocina que se destaca por sus exquisiteces regionales prometen una estadía con todos los servicios necesarios para que el turista pueda relajarse y disfrutar.

Los establecimientos invitan a compartir sus actividades cotidianas, que incluyen el cuidado del ambiente como una de sus premisas fundamentales; las cabalgatas permiten recorrer los espectaculares paisajes admirando su flora y fauna; las caminatas son ideales para contagiarse de los apacibles encantos rurales; además se puede disfrutar de la piscina, el solarium y los juegos de mesa.

Para quienes caigan bajo el hechizo de las maravillas campestres, un restaurante de campo se suma a esta atractiva propuesta: desplegando una carta con variados menús elaborados artesanalmente, también cuenta con una granja en la que se puede alimentar los animales y divertidos juegos para niños.